lunes, 11 de febrero de 2019

Nunca es tarde para escribir tu propio blog

En no pocas ocasiones habremos escuchado ese famoso mantra que nos recuerda las cosas que deberíamos hacer en la vida antes de morirnos, y que básicamente resumen en plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro.

Pero claro, en pleno siglo XXI eso de escribir un libro puede resultarnos algo anacrónico, tal vez podríamos hablar de escribir un libro electrónico, o lo que podría ser más apropiado ... escribir tu propio blog.

Mano escribiendo la palabra blog sobre un trozo de papel en un escritorio de mesa

Y es que realmente la tarea de escribir un blog puede resultar realmente enriquecedora a nivel personal, y no conllevar el consumo de recursos que puede requerir el escribir un libro. En este sentido personalmente no dejo pasar la oportunidad de recomendar a mis familiares y amigos que se animen a lanzar su propio blog.



En este sentido lo primero que deberíamos tener claro es la temática, es decir, que queremos contarle al mundo. Y es que precisamente de eso va esto de escribir un blog, de contar algo al mundo. De sacar a la luz nuestra vena más creativa para transformar en palabras aquello que inquieta nuestra mente.

Si echamos un vistazo a la blogosfera veremos que tenemos todo tipo de blogs. Los relativos al ocio son de los que más atraen en un primer momento, viajes, gastronomía, moda, fotografía, deporte. Tampoco podemos descartar los que se decantan por la formación, aprender un nuevo idioma, bricolaje en el hogar, hazlo tu mismo, manualidades. O directamente centrarnos en el ámbito profesional, finanzas, tecnología, emprendimiento.

Más allá del tema en cuestión, algo que probablemente iremos adaptando a lo largo de la vida del blog, tiene que primar nuestras ganas de transmitir, de contactar con la gente, de pretender hacer del mundo algo mejor.

Si alguna vez te lo planteaste pero no te atreviste a dar el paso tal vez este sea el momento. Olvídate de las barreras tecnológicas, comienza con algo sencillo y empieza a escribir tu propia historia.

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