Si has llegado a esta página seguro que tienes algunos mínimos conocimientos sobre el desarrollo de Internet, aunque no estaría de más echar u vistazo atrás para comprender las novedades que nos ofrecerá el nuevo protócolo propuesto por
Google para la navegación web.
Sería en el año 1999 cuando viese la luz la versión 1.1 del protocolo
HTTP, de la mano del
W3c y la
IETF, se recogía en un documento denominado
RFC 2616 lo que serían las bases de un protocolo que a día de hoy es la base de las comunicaciones entre cualquier servidor y clientes web.
En consecuencia puede resultar sorprendente que a día de hoy sigamos utilizando un protocolo diseñado
hace 20 años, sobre todo teniendo en cuenta la velocidad vertiginosa a la que evoluciona cualquier tema relacionado con Internet.
Esta es la razón por la que Google ha decidido lanzar
SPDY, una propuesta para mejorar el arcaico HTTP y proponer
una alternativa que permita lograr unas mayores velocidades de transferencia, así como nuevas y solicitadas funcionalidades.
Sin entrar en mucho detalle, algunas de las principales novedades que incorporaría el
protocolo SPDY serían la posibilidad de comprimir las cabeceras, eliminación de información redundante, permitir la posibilidad de que el servidor inicie una conexión o la posibilidad de realizar múltiples peticiones en paralelo de forma nativa.
El problema llega cuando pretendes cambiar un protocolo que usan miles de millones de personas en todo el mundo, y en este sentido, ¿qué mejor empresa que Google para hacer realidad este cambio? Y precisamente es
Chrome, su navegador web la plataforma elegida para los tests de rendimiento. Parece que todo encaja.
Si Google finalmente logra imponer el navegador web Chrome entre uno de los favoritos de los usuarios a nivel mundial, entonces si que tendrá la fuerza suficiente para proponer alternativas a los viejos protocolos que venimos usando desde que naciese internet. Se trata de poner una alfombra al usuario para poner a sus pies todo Internet.