lunes, 13 de mayo de 2019

Borofeno y el nuevo rey Midas

El mes pasado saltaba a la palestra un artículo publicado en la universidad de Xiamen en el que se describía un revolucionario material que vendría a competir en propiedades con el grafeno, la otra gran promesa del siglo XXI.

El Borofeno, este es el nombre del citado nuevo material, estaría compuesto por 36 átomos de Boro en una diposición bidimensional. Una capa con un espesor de un átomo de Boro que tendría propiedades como una extremada dureza, flexibilidad, conductividad, y otras tantas que lo pondrían a la altura del famoso grafeno.

Estructura del Borofeno





Por desgracia a estas alturas de la vida ya estamos curados en salud ante la promesa de nuevos materiales que prometen alargar la vida de nuestras baterias, o convertirse por fin en la solución a la autonomía de los vehículos eléctricos que están por llegar.

Mucho hemos oido hablar de estos promesas que a la hora de la verdad se quedan en los laboratorios de investigación a la falta de descubrir procesos que permitan su fabricación a gran escala y que sean operativos a temperaturas y condiciones ambientales.

Si aún nos queda un resquicio de esperanza no será precisamente gracias a la publicidad del grafeno, un material del que precisamente muchos han tratado de lucrarse en nuestro país, y que a pesar de haber recibido numerosas subvenciones, a día de hoy, aún no parece encontrar cabida en los procesos de producción de la vida real.

Espero que tener que retractarme y en un futuro artículo poder escribir sobre las aplicaciones del Borofreno (B36) y sus maravillosas propiedades, de momento, nos toca esperar.

Si te interesa el tema y quieres profundizar nada mejor que descargar el artículo original publicado en inglés.

https://arxiv.org/ftp/arxiv/papers/1903/1903.11304.pdf


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